Wednesday, May 03, 2006

A DOR DE RENUNCIAR


LA RENUNCIA
Andrés Eloy Blanco

He renunciado a ti. No era posible.
Fueron vapores de la fantasía.
Son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
Una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando como el río se iba
Poniendo en cinta de la estrella...
Hundí mis manos locas hacia ella
Y supe que la estrella estaba arriba.

He renunciado a ti sinceramente
Como renuncia a Dios el delincuente.
He renunciado a ti como el mendigo
Que no se deja ver del viejo amigo.

Como el que ve partir grandes navíos
Con rumbo hacia imposibles y ansiados continentes.
Como el perro que apaga sus amorosos bríos
Cuando hay un perro grande que le enseña los dientes.

Como el marino que renuncia al puerto
Y el buque errante que renuncia al faro
Y como el ciego junto al libro abierto
Y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia
El loco a la palabra que su boca pronuncia.
Como esos granujillos otoñales,
Con los ojos estáticos y las manos vacías
Que empañan su renuncia, soplando cristales
En los escaparates de las confiterías.

He renunciado a ti, y cada instante
Renunciamos un poco de lo que antes quisimos
Y al final ¡cuántas veces el anhelo menguante
Pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño.
Desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso, del sueño.

A RENÚNCIA

Renunciei a ti. Não era possível.
Foram vapores de pura fantasia.
São ficções que, às vezes dão, ao inacessível
Uma proximidade da distância.

Eu fiquei olhando o rio que tentavaS
egurar nas suas águas a estrela...
Mergulhei as mãos loucas atrás dela
Para saber que no alto a estrela estava.

Renunciei a ti sinceramente
Como a Deus renuncia o delinqüente.
Renunciei a ti como o mendigo
Que não quer ver sequer ao velho amigo.

Como o que vê partir grandes navios
No rumo de impossíveis e sonhados continentes.
Como o cão que arrefece os amorosos brios
Diante de um maior que lhe arreganha os dentes.

Marujo que recusa o porto certo,
Buque errante que foge do farol claro.
Sou como cego junto ao livro aberto,
Menino pobre ante o brinquedo caro.

Renunciei a ti como renuncia
O louco as palavras que sua boca pronuncia.
Como, no outono, esses pobrezinhos ocasionais
Com os olhos estáticos e as mãos vazias
Disfarçam sua renúncia bafejando cristais
Sobre as vitrinas das confeitarias.

Renunciei a ti, como a cada instante
Renunciamos um pouco ao que fomos antes,
E, ao final, quantas vezes o desejo minguante
Pede um pedaço do que éramos dantes!

Rumo até meu próprio nível. Estou tranqüilo.
A tudo renunciando, serei meu próprio dono,
E, desfazendo os nós, há o fio e é só segui-lo.
A renúncia é a viagem de regresso, o sono.

3 comments:

Aerodrama said...

Muito bom!!! Gostei muito!!!

Não se preocupe quanto ao tempo, o que realmente importa é a presença.

Um abraço,
Aerodrama.

Aerodrama said...

Te linkei

Abraços,
Aerodrama.

Lia Noronha said...

Silvio: renunciar...é muito doloroso...porque não queremos nunca perder...
Boa noite pra vc meu amigo.